Monday, April 29, 2013

“Los forasteros que oyeron el estropicio en el comedor, y se apresuraron a llevarse el cadáver, percibieron en su piel el sofocante olor de Remedios, la bella. Estaba tan compenetrado con el cuerpo, que las grietas del cráneo no manaban sangre sino un aceite ambarino impregnado de aquel perfume secreto, y entonces comprendieron que el olor de Remedios, la bella, seguía torturando a los hombres más allá de la muerte, hasta el polvo de sus huesos”

Me encanta la imagen de un ser inocente, puro y joven siendo un ángel de la muerte.

3 comments:

  1. Mi cita favorita es en página 447 sobre la descripción sobre las casas de Macondo: “el pueblo se había transformado en un campamento de casas de madera con techos de zinc, poblado por forasteros que llegaban de medio mundo en el tren.”
    Cuando yo leo esta cita, me recuerdo otra cita en página 382 sobre las casas Macondo: “Las casas de barro y cañabrava de los fundadores habían sido reemplazadas por construcciones de ladrillo, con persianas de madera y pisos de cemento”
    También me recuerdo otra cita en el principio de la historia sobre las casas en página 5: “Maconda era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas…”

    ReplyDelete
  2. Las reacciones de los diferentes miembros de la familia al tren es muy interesante. Aqui, Úrsula actúa como una madre porque quiere preparar la comida para todos los extranjeros. "Úrsula, en cambio, aun en los tiempos en que ya arrastraba los pies y caminaba tanteando en las paredes, experimentaba un alborozo pueril cuando se aproximaba la llegada de tren" (pg 452)

    ReplyDelete
  3. Mi cita favorita es la del página 274: ¨Dotados de recursos que en otra época estuvieron reservados a la Divina Providencia, modificaron el régimen de lluvias, apresuraron el cielo de las cosechas, y quitaron el río de donde estuvo siempre y lo pusieron con sus piedras blancas y sus corrientes heladas en el otro extremo de la población, detrás del cementerio.¨Me fascina la idea de que aún la Divina Providencia, o las fuerzas de la Creación si misma, posee el mecanismo muy humano de la memoria. También me hace sonreír el tono casual que da Márquez al decir "en otra época," como si el tiempo de la creación no era algo lejos en el pasado sino hace un mes. Añade a la aúra mágica de la historia de Macondo.

    ReplyDelete